♥ - Ojos Tristes


¿Sabe lo mejor de los corazones rotos?
Que sólo pueden romperse de verdad una vez.
Lo demás son rasguños


En la inmensidad de la noche oscura, cuando ni la Luna se atreve a brillar por no interrumpir, cuando la brisa es gélida, y el silencio se cierne, dos amantes se balancean como si todo el amor estuviera en ellos.

El es orgulloso, majestuoso, potente, imperecedero. Defendió a su pueblo no dejando pasar a sus invasores, y escondió en sus entrañas a quienes se escondían de la injusticia.

Ella es dulce y fuerte a la vez. Rebelde. Sabe cuidar de sus gentes, sabe amar. Inspira canciones y poesías. Y también maldiciones cuando el destino la hiere y se vuelve violenta y salvaje y su grito desgarrador se oye muchas millas tierra adentro. Tiene el poder de atraer las almas, las encanta, las embruja. Siempre vuelves a ella..... Porque el día que la miraste te robó un cachito de corazón. Se convierte en compañera cuando en tu soledad buscas refugio, en tu confidente cuando nadie más te escucha. Es leal, siempre está para ti. Porque eres parte de ella.

Cada noche, la mar se acerca a su acantilado, suave, dulce.... se mete por sus grietas con esa fuerza arrolladora de ser joven para siempre. El acantilado la sonríe arrugando su nariz y dejándose querer. “Demasiado tiempo sólo”, dice para sí. La mar juguetona le cuenta mil historias sobre los marineros que navegan sobre ella, como les atrae la pesca a sus redes si son buenos...... y como se enfada con ellos hundiendo su barcos y sus vidas cuando no la respetan.

El acantilado sabe que un día su ola no volverá, que se hartará de su inmovilismo y querrá volar al país donde los sueños se cumplen. Pero es demasiado tímido para decirla que la quiere, que no puede vivir sin ella. Demasiado orgulloso para que ella le vea sentir debilidad, llorar.

“Soy fuerte, poderoso”, se dice a sí mismo. “No necesito una ola rebelde y caprichosa para ser feliz”, se repetía sin cesar. Y el miedo a ser feliz, el miedo a perder lo único que le hacía sentir, hizo que cada noche fuera más fría que la anterior.

Un día, desde sus travesuras, la ola jugó a estrellarse entre los brazos de su amado como cada noche, y en vez de caricias recibió un silencio. La ola pensó, “algo he debido de hacer mal”, pero por más que pensaba y pensaba no recordaba nada.

Al llegar la noche, una noche negra y fría de invierno, la ola, temerosa de la reacción de su acantilado, se acercó muy despacio, y le susurró en su vaivén: “Dime que me quieres y seré tuya para siempre”. El acantilado temeroso de entregar su alma, dijo simplemente: “No puedo”.

Entonces la ola se enervó violenta, desgarrada, dolida en su alma, asustada pero rebelde, gritó: “Anjana, hada de los bosques cántabros, llévame contigo, ya no quiero ser mar”.

La Anjana, desde la cúspide del acantilado, le dijo, “Olita, medita tu decisión, si te llevo conmigo nunca jamás volverás al mar, ni serás parte de él”.

“Llévame contigo, hada, llévame”, gritaba mientras miraba a su acantilado, que con el alma rota esquivaba aquellos ojos de princesa triste. El silencio se hizo entre los dos. Y ella partió, convertida en una pequeña personita de mirada ausente. Partió para siempre, buscando su sitio en el universo, tenía que haber un sitio donde sus ojos volvieran a brillar como antaño, como cuando hacia cosquillitas al único ser que le hacía feliz.

Y vagó por el mundo, despacito, fijándose en todo y siempre sentía que no estaba en su sitio, ella.... ella era ¡mar! pero el mar ya no la quería, no había lugar para ella en el que fue su mundo.

Conoció gente, se enamoró o creyó enamorarse, más bien necesitaba llenar ese vacío que estaba tan arraigado en su corazón. Tenía tanto amor dentro, tanto para dar que se le salía del alma. Pero su acantilado..... Qué lejos estaba.

Ni un solo día de toda su vida dejó de recordar la mirada de su amado, porque seguía siendo su amado, ni un solo día sin recordar cómo él la reñía cuando jugaba con los marineros, él como ella se sentía protegida en sus grietas en las largas noches.

Ni un solo día de su vida, dejó el acantilado de pensar en ella, ni un solo día dejó de odiarse por dejarla marchar. Y cerró su corazón, nadie más entraría en él.

Pasaron los años, muchos, demasiados, y una personita se acercó a su cumbre. La noche era apacible, cálida para ser abril, bajo despacito por sus agrestes rocas, trabándose el vestido. Le resultaba familiar. “No debería hacer esto, se va a caer”, pensaba el acantilado. Por dos veces se estiró para que sus pies encontraran una roca donde pisar.

Se sentó en un saliente, con los pies colgando, y mientras una lágrima rodaba por sus mejillas, gritó: ¿Por qué no me quisiste? Y dando un salto se tiró desde la punta de la nariz de acantilado al mar.

Cuentan las leyendas que el grito del acantilado se oyó en kilómetros y que su Anjana protectora la convirtió en ola antes de tocar el duro y pedregoso fondo del mar.

En el sitio donde ocurrió todo esto..... Hay una placa que dice:

“Lo que no dices, se queda sin decir. Lo que no hagas se queda sin hacer. “

Los marineros del lugar cuentan que en las noches de abril, todavía se puede oír el lloro de una niña junto al latir de un acantilado.

24 comentarios:

Anónimo dijo...

Bella historia aunque muy triste... el amor que sentimos siempre será más fuerte que el miedo que podamos albergar... pero es cierto que algunas veces vence el miedo...

Prefiero vivir, sentir y sufrir.. a simplemente existir ... prefiero ser parte de la vida... a simplemente verla pasar...

Besitos mi niña,

Angel

Cecy dijo...

Que bonita historia, triste.
Para reflexionar en aquellas cosas importantes en las cuales no hay que callar.

Un abrazo.

Scarlet2807 dijo...

Bella y triste historia y contada por ti, más bella aún...
Besitos en el alma
Scarlet2807

Sor.Cecilia Codina Masachs dijo...

Buenas noches mi querida Shantal, me sorprende tu buena redacción y qué decir de tu historia, todo un placer leerte, aunque ya que caigo de sueño.
Te dejo un beso de ternura
Sor.Cecilia

RoB dijo...

Hola Shantal!
Es verdad, aunque algun@s hagan del silencio un culto y no se animen a expresar lo que sienten...
Beso grande!!

RoB

Conchi dijo...

Triste es toda historia que encierra nostalgia.
“Lo que no dices, se queda sin decir. Lo que no hagas se queda sin hacer. “
Me encantó esa frase que dejas, un abrazo.

Betty Mtz Compeán dijo...

Que historia tan bella nos compartes, bella y triste a la vez, se me hizo chiquito el corazon al leerla...preciosa.
Un abrazo grande.

Lady Blue dijo...

Hola Shantal! Dejé algo especial para ti en mi blog. Espero te guste!!

http://regalosdeamistad.blogspot.com/2012/05/premio-de-princesa-gitana.html

Cariños linda!

FIBO dijo...

Nunca debemos callar,aunque duela,por eso debemos gritar,patalear y hacer lo que haga falta, pero no dejemos nunca de comunicarnos...un besote preciosa, me ha encantado y lo haces muy bien.

Anónimo dijo...

es una pena ke por los miedos, o verguenza, se deje de decir lo ke sesiente, y perder ala persona amada, amistad, o familiar,
solo se vive una vez y pasa muy deprisa la vida, como para dejar una oportunidad de ser feliz,
estriste la historia,
pero ala vez nos enseña ke hay ke tirar para lante con las consecuencias, de abrir nuestro corazon,y apostar por ello,
besooo

Marinel dijo...

Es una de esas hermosas historias que enganchan,como el mar se engancha en la mirada,como el acantilado atrae al alma.
Pero también triste,como todos esos amores,que,sean como sean,indefectiblemente nacen para morir...
Besos.

mientrasleo dijo...

Una historia bellísima y conmovedora. Preciosa.
Besos

P. Milton Paz y Bien dijo...

coo es habitual en ti maravilloso relato
sigue asi mi buen amigo que seras un grande de la literatura narrativa

Ricardo Miñana dijo...

Aunque triste muy bonita la historia,
un placer leerte.
que tengas un buen fin de semana.
un abrazo.

orthos62 dijo...

ohhh que bella historia Shantal, me ha encantado. Uno debe decir las cosas antes que se las lleve el viento y hacer lo que debas y no dejarlo en el olvido.
un besote de saborescompartidos.

VIVIR dijo...

Abrazar tus sentimientos preciosos... forma parte de ti... sean tristes... buenos o malamentes... pero... el arte lo pones tu en cada caricia que le das a tu pluma....


¡Ole tuuuuuuuuuuuuuuuu !!!!!!!!

MA dijo...

Hola Shantal desde el blog de Lady Blue entro a tu casa de letras ...
Me gusta tu blog y lo sigo.
Te invito a entrar a El blog de MA y conocer mi blog de letras, tu casa amiga.
Magnifico relato he leído siendo una historia triste pero interesante su relato...

Besos de MA.
Feliz día.

Anónimo dijo...

En las cosas del amor, nunca debe quedar nada por hacer o por decir, de lo contrario siempre quedará la duda.

Lindo y nostálgico relato, Shantal.

Abrazos alados y lindo finde!!!

Luján Fraix dijo...

El miedo paraliza, la historia es triste pero excelente trama.
Te felicito querida amiga.
Un beso grande.

Seo dijo...

pues hagamos y digamos :)
me gusta la frase del inicio pero a un corazón roto los rasguños ya no le hacen daño. ni los siente

PD: me voy a quedar ciega leyendote jejeje no sabes lo que me cuesta apufff las letras y el fondo, niña creo que voy vieja jejejej

Anónimo dijo...

Muy bonita historia, es cierto, hay muchas cosas que nunca se dijerón y otras tantas que nunca se pudieron hacer. Es una desdicha que algunas veces un sentimiento tan lindo como el amor, se deba quedar dentro y no se le pueda dar su espacio vital.
Bonitas palabras, y aún lo son más saliendo de ti.

Besos Luz....

DUlCE dijo...

Bello cuento, gran enseñanza.

Dulces besos para una linda semana.

RENATO VIDAL S. dijo...

sabes es difícil juzgar, es difícil el amor, tienes más oportunidades de sufrir, pero es parte de la vida y sino es así no vale la pena vivirla. Escribes hermoso, tu blog esta lleno de magía me ha encantado. Besos.

Marycielo dijo...

HERMOSO ESCRITO,EVOCADOR Y CON MUCHO SENTIMIENTO (TRISTE), GRACIAS POR COMPARTIRLO.
QUE TENGAS BELLO DIA,